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viernes, 21 de septiembre de 2012

Diada

El día 11 de septiembre se celebra en Cataluña la Diada, fiesta de esa comunidad autónoma desde el año 1980. En esa fecha se conmemora la caída de la ciudad de Barcelona en 1714 tras el sitio de las tropas de Felipe de Borbón. Normalmente, ese día se manifiestan quienes desean la independencia de Cataluña. La manifestación de este año en Barcelona ha sido muy grande: entre 600.000 y 2.000.000 de personas, dependiendo de la fuente. Las consecuencias no se han hecho esperar: el presidente autonómico, Artur Mas,  se ha entrevistado este jueves con su homólogo español para discutir cuestiones relacionadas con el modelo autonómico y los impuestos. Mas propone que Cataluña reciba una mayor cantidad de dinero en inversiones del Estado español, dado que es una de las comunidades que más dinero aporta al erario público; y utiliza la gran manifestación del día 11 de septiembre para legitimar su protesta.

La argumentación de Mas no es nueva. En numerosas ocasiones se ha utilizado el hecho de que Cataluña paga muchos impuestos para reclamar que la cantidad de dinero que recibe el gobierno autonómico de los presupuestos de toda la nación sea superior. La respuesta habitual (negativa) de los grandes partidos nacionales es que ello sería injusto, pues la razón de ser de los impuestos es justamente redistribuir la riqueza. De esa manera, quien es más rico paga una mayor cantidad de dinero en relación con los servicios que recibe. Yo estoy de acuerdo con la segunda opinión, pero lo que voy a tratar de explicar es por qué ninguna de las dos posiciones tomadas es generalmente honesta.

Creo que las posiciones de Mas y otras similares no son honestas por la manera en la que usan el nacionalismo para dotarlas de legitimidad. El sentimiento nacionalista en Cataluña, y especialmente el de elementos progresistas o de izquierdas (con mucha presencia en manifestaciones como la de la Diada), no implica el deseo de ser insolidario impidiendo que los impuestos sean distribuidos desde las zonas más ricas a las más pobres. Quienes desde la élite económica apoyan la independencia no lo hacen por razones históricas o sentimentales, sino desde la búsqueda del beneficio económico. Por otro lado, los dos grandes partidos políticos españoles son liberales. En concreto, el Partido Popular se define como tal, mientras que la política fiscal del Partido Socialista Obrero Español (ver aquí o aquí) no puede calificarse de otra manera. Desde ese punto de vista, observo una gran contradicción entre preferir impuestos proporcionales o regresivos (y por tanto, no redistributivos) y luego utilizar una argumentación basada en la solidaridad. En definitiva, tengo la sensación de que el supuesto conflicto entre Cataluña y España no es más que un tira y afloja entre sus elementos más pudientes para ver quién se queda con una mayor parte del pastel económico de los impuestos. Y mientras tanto, ambas partes cultivan el enfrentamiento (¡hasta en el fútbol!) entre los ciudadanos apelando a sus sentimientos nacionales. 


8 comentarios:

  1. No tengo mucho tiempo para escribirte y además ya conoces mi postura sobre el tema.

    Sólo dos cosas: los nacionalistas progresistas o de izquierda son igual de insolidarios que los que aduces que lo son por motivaciones económicas. Los líderes de Esquerra Republicana de Catalunya no han sido ajenos a los mensajes "antiandaluces" de los CIU y compañía. En su caso, además, acometen bajo banderas de igualdad un programa de férrea desigualdad y desprecio hacia quienes tienen menos, "son una carga" y todas esas lindeces que sueltan sobre sus compatriotas menos agraciados económicamente. Además, tampoco entiendo que es eso de que los nacionalistas progresistas no son insolidarios, como si el hecho de ser nacionalista pareciera que fuera un punto a favor de ser insolidario (creo que lo es, o puede serlo) que se viera contrarrestado con la bondad solidaria inherente al progresismo. Creo que es preciso señalar que ni el progresismo periférico ni el progresismo estatal se han destacado precisamente por su solidaridad.

    Segundo, considero que estás más que acertado cuando señalas la divergencia que existe entre lo que dicen, lo que piensan, lo que hacen nuestros políticos, especialmente cuando hay que envolverse en buenas palabras en campaña de marketing electoral. Te copio, por si te interesa, el análisis que hace del caso del Estado de las Autonomías el Proyecto M-20, del que en su día también aporté algún material para el debate sobre la huelga y las motivaciones para acudir.

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    1. Con respecto a lo primero que dices: yo creo que no hay insolidaridad intrínseca a quien desea la independencia de su tierra (puede haber razones sentimentales u otras). En ese sentido, en principio la izquierda catalana tipo ERC no debería argumentar utilizando el desequilibrio entre impuestos pagados e inversiones recibidas por parte del Estado. Sí creo que la base, en el fondo y en la forma, de la argumentación de CIU es precisamente la cuestión económica. Por eso es especialmente tramposo por parte de Mas intentar utilizar una gran manifestación por la independencia para pedir un pacto fiscal nuevo, que es lo que al final ha hecho.

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  2. Es muy largo para copiarlo aquí, así que dejo el enlace para quien quiera leerlo:

    http://proyectom20.blogspot.com.es/2011/04/i-el-regimen-constitucional-la-funcion.html#autonomias

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  3. Son más vistosas las declaraciones chabacanas de la oligarquía neofeudal hablando de la independencia y de los comparsas estatales rasgándose las vestiduras ante una posible ruptura de un proyecto que nunca les ha importado. ¿Acaso puede existir siquiera ápice de duda de que la gentuza que ha provocado que puedan morirse de hambre seis millones de parados y sus familias, que se alegra de la fuga de cerebros, que quiere un país de siervos productores, que desprecia los derechos laborales y especula con funcionarios, pensiones, estudiantes y enfermos, que niega cualquier principio de solidaridad común, que trabaja de espaldas a una realidad inquietante y asfixiante, que ha institucionalizado la corrupción, que ha atizado odios entre los españoles olvidando todo aquello que nos une, que administra hoy una finca en un rango subalterno de los poderes económicos manteniendo lo que debiera ser fuerte herramienta -el Estado- por siempre postrado... es que alguien estima que esta clase de dirigentes hace menos por la quiebra de España que los becerros nacionalistas?

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    1. Completamente de acuerdo. Creo que has escrito una versión mucho más dura de lo que yo trataba de argumentar.

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  4. Vengo muy calentito de leer a Wert diciendo que no se han subido las tasas y que las tasas se mantienen...

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    1. Wert tiene mucha tendencia a faltar a la verdad. La verdad es que creo que lo hace intencionadamente, para hacer recaer sobre él las iras del público general que de otra forma se repartirían entre todos los miembros del gobierno...

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  5. "No se han subido las tasas y que las BECAS se mantienen" quería decir. No sé cuál es el motivo. Pero creo que es de los que más disfruta negando todo en las sesiones de control y demás. Creo que se cree más listo, o a los demás suficientemente tontos como para no realizar una crítica que edifique alternativas, capaz de poner de manifiesto todas las carencias y falsedades de sus reformas

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