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jueves, 10 de mayo de 2012

Calidad democrática

Dado que el próximo sábado hay convocada una manifestación cuyas consignas incluyen referencias a esto, y aunque de parte de este tema ya he escrito, creo que es apropiado esta semana hablar de la calidad de nuestra democracia. Si bien es generalmente aceptado que organizarse de forma democrática es la mejor forma posible de hacerlo, está claro que hay aspectos de esa organización que la pueden hacer mejor (o mucho peor). Con respecto al caso español, creo que existen muchas razones para acudir a la manifestación de este fin de semana. Pienso que la calidad de nuestra democracia es bajísima, y como prueba de ello incluyo aquí algunas situaciones o actuaciones que creo que no deberían ocurrir nunca en una sociedad democrática justa:

  • Nuestros dirigentes no son ejemplares. Roban, trafican con influencias, e incluso matan utilizando el poder que el pueblo les otorga en las urnas para actuar contra la moral de sus votantes y la ley.
  • Nuestros partidos políticos no son independientes. Los partidos políticos reciben una subvención que proviene de los presupuestos del Estado, lo que les resta independencia e impide que su lealtad sea únicamente para con sus votantes.
  • Nuestros sindicatos tampoco son independientes, por las mismas razones que los partidos políticos. Además, su clara relación con determinados partidos políticos (que no con determinadas ideas) hace que su efectividad dependa de quién ostente el gobierno en cada momento.
  • Nuestro jefe del Estado no se elige en las urnas. Se eligió una vez y para siempre en una votación sin ninguna otra opción hace más o menos 35 años.
  • La mayoría de nuestros representantes son elegidos utilizando listas cerradas, lo que impide que el votante seleccione a las personas que mejor le representen.

Creo que cambiar todas las cosas que he escrito arriba contribuirían a que nuestra organización en sociedad fuera mejor; y por esa razón yo voy a ir a la manifestación este sábado. Sin embargo, y tratando de ir al fondo de la cuestión, es posible que el problema sea que una democracia "buena" no puede existir. Está más que comprobado que políticos muy corruptos (o sus partidos, si ellos abandonan la escena política) revalidan sus mayorías sin ninguna dificultad, viendo legitimados sus desmanes por una mayoría que o bien los ignora o bien considera que no son los bastante importantes. Por tanto, es posible que el voto no sea la manera correcta de decidir quién gobierna, o que las decisiones de la mayoría no sean las mejores. Yo no tengo claramente formada una opinión al respecto, porque no veo que ninguno de los demás regímenes de los que he tenido noticia sea mejor; pero tampoco he visto ningún país democrático que funcione como a mi me gustaría, sobre todo en aspectos relacionados con la justicia social.

15 comentarios:

  1. Hola, en general opino igual que tú en la mayoría de las cosas...a la lista que has hecho de por qué te parece que no funciona bien nuestra democracia, me gustaría añadir el sistema de votos que hay en España, por el cual no todos los votos cuentan igual, y se favorece el bipartidismo (el cual no me gusta nada).
    En cuanto a la conclusión a la que has llegado de que quizá el voto no sea la mejor manera de elegir a nuestros representantes...no estoy de acuerdo; pienso y creo que la sociedad debe elegir las personas que les representan y eso significa que todos y cada uno de los ciudadanos deben poder expresar su opinión sobre lo que creen y quieren, y esto se hace mediante el voto.

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    1. Pero, ¿por qué la sociedad debe elegir las personas que les representen? Esa es justo la pregunta que me hago. Yo creo que debe gobernar quien sea ejemplar y haga lo mejor para todos, y me parece que los ejemplos que todos tenemos en la cabeza y que han sido elegidos en votaciones no cumplen esas propiedades...

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    2. Como ya hemos hablado alguna vez, no me parece que esté tan claro cómo decidir quién hace "lo mejor para todos". No creo que sea una cosa absoluta para todas las cosas: creo que hay decisiones en las que una opción no es objetivamente mejor que otra, simplemente es cuestión de prioridades. Tampoco creo que todo el mundo tenga que opinar en todas las materias... pero no veo clara la línea divisoria.

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  2. Se me ha olvidado decir que yo también iría a la manifestación del sábado.

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    1. Puedes ir a la manifestación, también hay en Buenos Aires. Te dejo el link de la asociación convocante y el evento de facebook de la convocatoria concreta allí.

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  3. En general estoy de acuerdo contigo pero creo que olvidas algún punto importante como la falsa separación entre poder legislativo y ejecutivo,la falta de independencia real de participación de diputados y senadores en las decisiones,ya que aun estando esta recogida y obligada en la ley no se separan en ningún momento de las opciones de su partido, y en los casos en los que lo hacen son sancionados por estos,la extrema rigidez de nuestra constitución y el error de que una mayoría absoluta ampara a cualquier gobierno a llevar la política que le venga en gana sin tener en cuenta si quiera su propio programa electoral por el que a sido votado y elegido.

    Por el contrario y siguiendo lo que dice Laura a mi también me parece que el voto es un modo eficaz de expresar la opinión ciudadana pero incluidos en los errores de nuestro sistema están en relación con esto, la falta de participación en las votaciones, y la falta de una figura que para mi es importante: el referéndum, que debería usarse en mayor medida y sobre todo en la toma de decisiones importantes que afecten de forma directa a los ciudadanos. Todo esto me lleva a su vez a otro problema que es la falta de educación política de la ciudadanía.

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    1. Algunos de los olvidos no son tales, es solo que ya hablé de ellos:

      - Sobre la separación de poderes, aquí.
      - Sobre la disciplina de voto, aquí.

      En general yo también percibo que los gobiernos con mayoría absoluta son en general peores que aquellos que no la tienen. Pero no concibo un sistema democrático en el que si el 70% de la población vota una cosa, no se haga esa cosa. Otra cosa sería la muy razonable petición de que los programas electorales fueran vinculantes en algún sentido.

      Las medidas que propones en el segundo párrafo están bien, pero yo creo que no son la panacea. En Suiza, por ejemplo, hay muchísimas consultas de ese tipo y no está claro que eso sea mucho mejor que lo que nosotros tenemos. Sin embargo, estoy de acuerdo contigo en que una democracia con una mayor participación ciudadana es, seguramente, mejor.

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  4. Estoy de acuerdo en que la lista que propones son cosas absolutamente indeseables en una democracia, así como las que han ido proponiendo los demás. Por supuesto no creo que la nuestra sea de una calidad envidiable... Seguiré pensando en las razones pero... de momento esta tarde también voy a ir a la manifestación a decirles que no me parece bien.

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    1. El problema es que alguien (nosotros, en un sentido amplio) debería plantear una alternativa. Y no sé si solamente mejorando la democracia vamos a conseguir que esa alternativa sea buena, signifique eso lo que signifique.

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  5. Veo un gran vacío en tu post.

    Democracia significa que el poder reside en el pueblo. El pueblo debería ser quien decida su propio destino. Hasta aquí bien.

    ¿Qué ocurre si el pueblo no es capaz de decidir su propio destino? ¿Qué ocurre si el propio pueblo es corrupto? ¿Qué ocurre si el pueblo está anestesiado, mal educado, o si no tiene las herramientas necesarias para poder tomar la decisión que más le conviene?

    Tenemos un claro ejemplo en España (extensible a gran parte del mundo). Partidos políticos que no aparecen en la televisión no son contemplados como una opción. La amplia mayoría ni siquiera lee el programa electoral del partido al que vota, en parte por vagancia, en parte porque no creen que sea relevante, y en parte porque muchas veces no es accesible al pueblo.

    Lo peor es que esto no es un problema actual, es un problema que ha tenido la democracia siempre.

    Para que exista una democracia de calidad no basta con un reglamento adecuado, son necesarias unas herramientas democráticas de calidad, y un pueblo educado y responsable. Siendo este último punto de suma importancia.

    Ahora adivina que falla. Te doy una pista: casi todo.

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    1. Creo que el "gran vacío" al que te refieres es que no culpo al pueblo de ninguna de sus desgracias (si no es así y lo he entendido mal, corrígeme). No estoy de acuerdo, por varias razones:

      - La falta de cultura, adormecimiento, y falta de herramientas, son culpa de los que vienen ostentando los puestos de poder en nuestra sociedad, y no de quienes no lo ostentan. Es muy difícil que el ignorante tome conciencia de su ignorancia sin la ayuda de nadie, y es difícil que alguien se dé cuenta de que un sistema distinto es posible si quien tiene el poder (mediático, en este caso) excluye siempre esa posibilidad.
      - Estoy de acuerdo en que "partidos políticos que no aparecen en la televisión no son contemplados como una opción". Pero eso es culpa del poder, y no del pueblo. Quien no conoce una alternativa, no puede votar por ella. Por ejemplo, EQUO renunció en las generales de 2011 a pegar carteles en las calles, y el resultado fue que su líder, López Uralde, es conocido por menos del 17% de los ciudadanos.
      - Yo leí dos de los programas electorales antes de las últimas generales: el del PP y el de IU. Es sorprendente lo mucho que se parecían (!). La conclusión que extraje es que no vale la pena leerlos, en tanto en cuanto a nada obligan a quienes los escriben, dado que los partidos se dedican a pisotearlos desde el primer día que gobiernan.

      Por último, si casi todo falla (y en eso coincidimos) ¿Qué podemos hacer? Reconozco que no tengo una respuesta satisfactoria ni a mis ojos.

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    2. No sé la respuesta.

      Estoy de acuerdo en que todos esos problemas son culpa de los que ostentan el poder. Pero tenemos que asumir la situación actual, y en la misma el pueblo no parece estar capacitado para ejercer el poder.

      Esta última frase da miedo.

      ¿Qué se puede hacer? Educar, crear mejores herramientas, crear mejores normas de juego.

      ¿Y hasta que el pueblo esté preparado? Sólo se me ocurren cosas que ya fracasaron en el pasado. Puede que el gobierno de un conjunto de personas con los conocimientos necesarios, buen criterio, capacidad de toma de decisiones y de razonamiento, que entiendan a las personas (a bote pronto, un consejo de matemáticos y artistas podría ir bien), y que deseen el bien común (ahá, mundo de la piruleta, allá vamos!)

      Es complicado.

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    3. Bueno, al menos tú tienes claro que si el pueblo está lo bastante formado, la democracia es la solución. Con respecto al gobierno de alguna forma de aristocracia, o como se dice ahora, de tecnócratas, estoy de acuerdo contigo en que al menos una parte muy importante de los puestos de gestión más alta podría estar en manos de técnicos no votados por el pueblo.

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  6. Empiezo por coincidir en todas y cada una las críticas que se han planteado a la democracia actual en el post y en los comentarios. En cuanto a las soluciones al respecto, expongo dos apuntes:

    1. Personalmente, no estoy muy convencido de ello, pero voy a desvariar un poco a nivel teórico. Después de marearme algunos años entre dudas existenciales sobre corrientes variopintas de modelos de gobierno, el límite al que voy tendiendo es el de una forma de democracia participativa y directa, pero con un sistema fuerte de representación y organización federal. Es decir, con participación activa en los órganos de gobierno de toda la administración pública empezando desde el nivel local más elemental (barrios, etc...) a través de representantes elegidos democraticamente en cada nivel, que tengan que de forma abierta y transparente rendir cuentas de todas sus decisiones y ser revocados si así se decidiese. Una decisión de trascendencia siempre debería ir después de un referéndum vinculante al respecto. No creo en un sistema de partidos. Creo que el conjunto de la sociedad, como individuos, se deben mezclar y cooperar en una elección y participación unitaria.
    Por cierto, de este modo también se podría plantear una economía realmente pública, en la que la banca, los medios de producción, las materias primas y los servicios básicos estuviesen realmente autogestionados por la propia población. Aunque insisto, mediante una gran delegación de responsabilidades para posibilitar una funcionalidad real.

    2. Todo lo anterior es muy bonito, pero al igual que cualquier otra posible solución al notable problema que planteas, pasa por un punto esencial, que es el comentado por luiskap. Hay un único elemento absolutamente indispensable para el correcto funcionamiento de toda democracia real, y éste es la cultura democrática de las personas. Para que la participación sea adecuada, la gente tiene que tener la información necesaria y la voluntad suficiente para participar en la toma de decisiones- sea la que sea (desde una votación a alcalde hasta un referéndum sobre una reforma laboral). Para ello nos hace falta una cultura democrática que a día de hoy no tenemos. Esta es la razón por la que pienso que es fantástico que la gente se reúna en las plazas, en los centros, en las facultades a hablar, y discutir, y compartir, y tomar decisiones conjuntas. A nivel personal he de decir que en un año mi capacidad para escuchar, absorber y construir sobre opiniones contrarias para llegar a un acuerdo conjunto ha cambiado muchísimo. Por eso el 15M es tan valioso. Porque enseña que se puede hacer política (es política al fin y al cabo) de otro modo.

    Un saludo.

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    1. 1- De todas las modalidades democráticas que se me ocurren, me gusta la idea de una en la que no haya partidos políticos; es decir, una que se base en la confianza directa entre el elector y el representante. No obstante, no conozco ningún sistema de ese tipo que funcione a gran escala, en un lugar con un gran número de electores. Sobre la idea de una economía pública o no de libre mercado trataré de escribir en el futuro.

      2- Como dije en el post y en la discusión con Luis, no tengo nada claro que solo educando en valores democráticos consigamos un gobierno más justo. Nuestras élites gobernantes están mucho más formadas que la media, y no utilizan ese sesgo para gobernar de una forma más justa, sino para sacar provecho de él.

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