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jueves, 23 de febrero de 2012

Abuso de poder

En esta última semana han tenido mucha repercusión las manifestaciones en Valencia, surgidas a partir de una protesta mucho más pequeña protagonizada por alumnos del I.E.S. Lluís Vives. En concreto, el foco se ha trasladado del motivo inicial de las protestas (la falta de calefacción de centros educativos en la Comunidad Valenciana) al resultado de las mismas en la calle. Diversos medios de comunicación y partidos políticos afirman que la protesta no fue pacífica y que la policía actuó correctamente en sus intervenciones, mientras que otros son de la opinión de que la actuación policial fue, como mínimo, desproporcionada; ello se recoge incluso en la versión del sindicato mayoritario de la policía.

Yo creo que probablemente ninguno de los que ha opinado sobre esta polémica miente del todo: hubo manifestantes cuyos objetivos y actos no fueron pacíficos ni cívicos, y hubo una desproporcionada respuesta policial que nos ha dejado imágenes de otra época. Mi argumento, sin embargo, es que ambas (malas) conductas no son comparables, por dos razones. Primero, creo en el principio según el cual el que tiene las armas más contundentes es el que menos tiene que usarlas, o el que más debe ser castigado si las usa. Y segundo, está mal que un ciudadano actúe de manera censurable o ilegal; pero está peor que quien representa a la autoridad, y por tanto nos representa a todos, realice esas mismas acciones. Una mayor autoridad implica, o debería implicar, una mayor responsabilidad.

Por último, me gustaría hacer una reflexión más general que creo que puede ayudar a entender mejor mi argumento. Creo que el abuso de poder es una de las mayores lacras que sufre la sociedad, y uno de los mayores fracasos posibles del hombre. Entiendo que abusa de su poder quien utiliza algún tipo de ventaja ilegítima para imponer su criterio en contra de la razón, la argumentación y/o la democracia, o a favor de esta última. Ejemplos de esto pueden ser cosas tan diversas como la violencia machista, el abuso de menores, el acoso en las aulas, la ley de partidos, la represión policial, o la intervención militar o económica contra otros países.

P.S: Creo que la vida del citado Vives bien vale un repaso para ponerla en valor. Véase, por ejemplo, su biografía en Wikipedia

26 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo en que la respuesta fue desproporcionada por parte de la policía. Algo que no has comentado que me parece más alarmante han sido las declaraciones amparando la contundencia policial: el jefe superior de policía dijo que no podían dar ventajas al "enemigo", el ministro dijo que veía excesos y luego rectificó y se los atribuyó sólo a los manifestantes etc.

    Fue un error, y se debe de admitir públicamente. Incluso desde su punto de vista de sofocar las protestas violentas es un error cargar con esa contundencia porque ésto causa más crispación si cabe no solo en Valencia si no en el resto de España.

    Pero claro, cuando hay una minoría que ataca a la policía o al mobiliario público la pregunta que surge es; hasta qué punto hay que aguantar la violencia por parte de la minoría de manifestantes sin intervenir? y si se interviene, cómo se hace para evitar reacciones desproporcionadas como la de valencia?

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    1. Las declaraciones que amparan la actuación lo hacen porque son las responsables últimas de las mismas, y no van a tirar piedras a su propio tejado. Pero son de nuevo ejemplos de personas que creo que no son conscientes de la enorme responsabilidad que deriva de su poder. Con respecto a tu pregunta, creo que la violencia contra personas debe ser el último recurso. Probablemente sea más inteligente conseguir refuerzos y hacer las detenciones que haya que hacer con menos violencia. Si miras el comunicado del SUP (el sindicato de la policía) que enlazo en el texto, allí recomiendan utilizar muchos más policías para que puedan hacer las detenciones de manera más pacífica.

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  2. Entre los muchos vídeos de las intervenciones disponibles en youtube, hay uno especialmente significativo, que creo apoya lo que dices: dos chicas y un chico apoyados contra una pared, sin intervenir; un antidisturbios se dirige hacia ellos y, de una colleja, le tira las gafas al chico. Nada especialmente 'desproporcionado', supongo, como diría la autoridad. Lo llamativo es el punto de vista del vídeo (vemos la acción de frente a los chicos, desde la espalda del antidisturbios) y lo que ocurre justo antes de la colleja. La mirada de una de las chicas hacia el policía es de terror. El policía aún no ha hecho nada, ellos tampoco, pero ella está ya aterrorizada. El que está ahí para servir y proteger asusta al objeto de su servicio y protección.

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    1. ¿Tienes un link? Y no sé si lo que comentas apoya mi argumento o es una consecuencia del mismo. Como los policías no suelen actuar con la responsabilidad inherente a su poder, asustan a los ciudadanos. Y eso no debería ser así.

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  3. No sé muy bien qué es lo que ha pasado en España...aquí no llegan las noticias, y no he tenido tiempo de mirarlo con cuidado, pero hablando en general ningún abuso de poder está justificado.

    Creo que las fuerzas de seguridad deben estar presentes en las manifestaciones para evitar problemas, pero no para causarlos. Hay veces que con la excusa de la protesta un grupo de gente comienza a armar problemas, totalmente alejados del espíritu de la protesta; para mí, esos actos están totalmente fuera de lugar y son tan condenables como la respuesta desproporcionada a ellos por parte de la policía.
    La policía debería ser capaz de controlar la situación con poca violencia y sin aterrorizar a la gente, porque parten con muchísima ventaja, y si se exceden, el daño que causan es enorme.

    Creo que el abuso de poder es uno de los grandes problemas del mundo, pero si pienso que, al menos en España (que es lo que conozco) la situación poco a poco va a mejor...hace 50 los abusos de poder eran de mayor magnitud, más numerosos y menos condenados que hoy en día. Así pues, quiero pensar que estamos en el buen camino, y que situaciones como ésta u otras de abuso de poder, poco a poco irán desapareciendo.

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    1. Para conseguir información, sigue los links que pongo en el texto, y luego sigue husmeando por ahí. En cualquier caso, utiliza más de un medio de comunicación, que hay un montón de información e imágenes manipuladas en este asunto. No estoy de acuerdo con tu segundo párrafo: creo que es más censurable la violencia policial (y por tanto, del Estado) que la violencia de los individuos sin mayor responsabilidad que la suya. Por último, creo que sería un debate interesante ver qué abusos de poder están más limitados hoy que hace 50 años. Se me ocurre, por ejemplo, que los asociados a las agresiones entre países no están mucho mejor.

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    2. Yo creo que la violencia en si es 100% censurable venga de donde venga...no estoy segura de que haya que censurar de forma diferente segun quien la haya ejercido...aunque entiendo por qué lo dices.
      Bueno, cierto es que las agresiones entre paises no están mejor, pero si creo que los políticos o las personas con poder de un país no abusan de su poder tanto como antes, están mucho más controlados y hacen y deshacen a su antojo sin preocuparse lo más mínimo por la opinión de los ciudadanos-

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    3. No es en función de quién lo haya hecho personalmente, sino del cargo que ocupa, que me parece fundamental. Usando un ejemplo no necesariamente bueno, es como las rabietas: que las tenga un niño muy pequeño está mal y hay que corregirlo, pero no es muy importante. Pero que las tenga un adulto está peor, siendo lo mismo.

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    4. De hecho, el ejemplo es pésimo, pero bueno :S

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  4. Me alegro de que este bochornoso suceso contribuya a poner en valor a Luis Vives. Algo es algo.
    Viendo las imágenes me ha venido a la cabeza mi primer trimestre de facultad, con 16 años, molido a palos por los grises en días alternos (es decir, hoy sí, y mañana otro poquito). Hace tiempo que no veía esa violencia contra chavales.
    Estoy en general de acuerdo, es una de las mayores lacras. Y no hemos hablado del abuso de poder que cometen de forma reiterada los poderes económicos que controlan nuestra "riqueza"...
    Pero me parece que mezclas cosas. Hablas de "ventaja ilegítima". La ventaja que la sociedad concede a la policía y a otros cuerpos diferentes, en este caso para protejernos, es legítima. Lo que es ilegítimo es el uso que han hecho de ella. No han servido a la sociedad.
    Tampoco creo que, siendo todos terriblemente graves, los abusos de poder que citas sean del mismo nivel. En los casos de violencia machista, por ejemplo, lo que hay es un delincuente, un asesino, un abuso de poder individual. En este caso, hay un abuso de poder organizado utilizando los medios que nosotros les hemos dado, y refrendado por la jefatura, como ha dicho creo que Manolo. Para mí no es lo mismo.
    Por otra parte, claro que hay técnicas y tácticas policiales para controlar manifestaciones, sobre todo si son tan suaves como era ésta al principio. No hay más que ver imágenes de este tipo de sucesos en otros países.
    Sobre si estamos mejor o peor que hace unos años, no tengo una idea clara. Acabo de ver en la tele a la policía Boliviana moliendo a palos a una manifestación...de minusválidos. Ellos se defendían con las ruedas de las sillas y las muletas. Terrible.

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    1. Creo que aquello en lo que discrepas es porque está mal escrito. Debería poner "usar una ventaja de forma ilegítima" o algo así, que es lo que quería decir.

      Desde luego, no pretendía que fueran del mismo nivel los ejemplos del último párrafo. Son solamente cosas que me parece que ilustran a lo que me refiero. Es muy interesante eso que dices sobre el abuso de poder individual u organizado. Pero me parece que la esencia de ambos es similar, lo que los hace tan malos, es similar.

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  6. En primer lugar diré que viendo imágenes de lo ocurrido en Valencia me sentí profundamente frustrada y muy triste. Al margen de quién lo haya grabado y que habrá grabado lo que haya querido grabar, se han recogido momentos que, independientemente del contexto, no me parece que tengan justificación posible (por ejemplo el vídeo que mencionaba Fernando). He leído en el manifiesto del sindicato de la policía que no existe un protocolo adecuado sobre cómo se debe actuar en estos casos a fin de evitar esas situaciones, y que no es justo cargarles la responsabilidad. Creo que esto debería arreglarse de inmediato, pero apostaría a que uno elige cuándo, cómo y a quién da cada golpe, así que creo que debería responsabilizarse (además de a las autoridades pertinentes) a las personas que aparecen en esos vídeos, porque se ve con mucha claridad lo que hacen.

    Estoy de acuerdo en que el que tiene las armas no puede ejercer la misma fuerza y pretender que no sea desproporcionado. Pero sobretodo estoy de acuerdo en que una autoridad no puede responder de una forma determinada alegando que el “delincuente” (incluso aunque lo fuera) haya actuado de la misma manera. Hay cosas que no tienen justificación y punto. Y si el que se supone que nos protege nos maltrata (y de nuevo, fueran lo agresivos que fueran los manifestantes, hay imágenes injustificables), qué se supone que debemos hacer?

    En cuanto a si estamos mejor que antes... al menos creo que resulta más surrealista que hace unas décadas que este tipo de cosas sean defendidas por los responsables con la mayor naturalidad... por eso espero que no nos acostumbremos a que esto pueda pasar... Si nos vamos a otras escalas, como las agresiones entre países, en realidad no tengo muy claro que hayamos mejorado mucho.

    Y hablando del abuso de poder en general, creo que quien lo ejerce merece arrastrar toda la vergüenza del mundo. Aún así, entre los ejemplos que das veo una distinción: El acoso escolar o la intervención contra otros países suponen que quien está en situación de ventaja la use de manera egoísta e injusta. El abuso de menores, la ley de partidos, la represión policial, e incluso yo diría que la violencia machista suponen que quien está abusando es la figura a la que acudir cuando uno sufre ese abuso, lo cual pone a la víctima en la peor situación posible. En mi opinión, entre las actuaciones deplorables, el segundo caso es aún peor.

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    1. Me gusta la idea de que responsables de porrazos individuales respondan de ellos ante la justicia, pero no tengo claro cómo identificarles (capuchas, ausencia de identificación). No obstante, esta dificultad no debería impedir que se depuraran responsabilidades de manera que todos los que sean culpables de una manera u otra paguen por ello.

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  7. Creo que voy a introducir una idea impopular: la violencia no es completamente censurable o ilegítima, es decir, para mí la violencia no es “mala”.
    La violencia es un instrumento (qué frivolidad) y como tal, tiene utilidad, sirve como medio pero nunca debería ser un fin. Con esto quiero decir que la violencia legítima existe aunque no sea el propio ente que la practique el que deba legitimarla. Es producto de una coyuntura en la que, sino el único medio, puede ser el más eficaz.
    Extrapolando al tema del blog, creo que la violencia es censurable cuando se utiliza de manera inadecuada. Si la ejerce un cuerpo al que se le han otorgado medios físicos y potestad para utilizarlos, así como el hecho de que tienen que mantener la seguridad y tienen que servir de ejemplo, la violencia primero debe ser cuestionada. Y digo cuestionada porque estoy seguro que, como he leído en comentarios y en el texto, en la manifestación no sólo habría gente pacífica sino que habría algún brote subversivo que dio lugar a la reacción de la policía, una reacción por lo visto desproporcionada contra gente que seguramente no habría participado de forma incorrecta. En actos como estos la policía debería reflexionar bastante más sobre el proceder sino quieren que su imagen torne gris.

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    1. Tu primera frase no contradice la mayoría de lo que se ha dicho aquí. Y creo que tu idea no es impopular, al menos entre quienes históricamente han tenido la capacidad de llevarla a cabo. De hecho, la violencia la han ejercido con naturalidad gobiernos, organizaciones e individuos durante toda la historia y así siguen. Yo tengo dos precisiones:

      1- Como dices, quien va a ejercer la violencia, ha de cuestionarse si ello está justificado, siempre.
      2- Se me ocurren casi 0 escenarios en los que yo personalmente justificaría la violencia. En concreto, creo que nunca antepondría la violencia a cualquier otra manera de resolver una situación, incluido, tal vez, no resolver dicha situación aceptando el perjuicio que ello cause.

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  8. Voy con mucho retraso:

    Prometí que mi intervención sería heterodoxa, así que supongo que ya barruntas por dónde irían los tiros. No soy de los que opinan que toda violencia es censurable y, como Hernán, creo que existe una violencia lícita. Condeno el abuso de poder por parte de los mercenarios del sistema, pero nunca voy a condenar lo que para mí es legítima protesta violenta de un pueblo contra aquellos que le han prostituido.

    Insisto en lo que dije respecto de las pautas de comportamiento de la sociedad en el comentario del tema de la Justicia: creo que la sociedad actual vive mediatizada por el culto a la exterioridad y la superstición de la noticia. Una sociedad que hace de la imagen que proyecta su divinidad cotidiana no puede responder de otro modo que concediendo importancia, que otorgando trascendencia, a los hechos superficiales. Lo peor no es eso, lo peor es que la mayoría de las veces se olvida el fondo y, con ello, la posibilidad de encontrar solución a los problemas.

    Todos -los que nos indignamos por la violencia policial y los que temen una revolución social, quema de iglesias y anarquía- hemos centrado nuestra atención en esa violencia física. En las imágenes de policías atacando a manifestantes con los brazos levantados o los de jóvenes gritando y tirando alguna piedra a la sede del PPCV.

    Hablo ahora de la violencia de la policía. Creo que esa violencia física no es más que un subconjunto -de relevancia reducida pero cuyos efectos en el subconsciente popular son tremendamente elevados- y nadie piensa en la verdadera -en cuanto a magnitud y daño provocado- violencia que es la violencia institucional. Para mí, la violencia policial se inserta dentro de la violencia institucional. Pero lejos de escandalizarme por ella, me parece que adquiere proporciones ridículas dentro del marco de la violencia institucional.

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  9. Violento me parece que haya cinco millones de parados, para mí violencia son los partidos políticos, para mí violencia es promulgar derechos sin proporcionar herramientas para verlos satisfechos, violencia es la ausencia de solidaridad y arraigo, violencia es la religión del dinero, de la moda y de los deportes, para mí violencia es la alienación del sistema, para mí violencia es la falta de educación, para mí violencia es que no haya una vivienda digna, violencia es la fractura pueblo-élite, violencia es que nos hayan reducido a meros estómagos con patas, violencia son sus cuentas, su manera de concebir la democracia, violencia es la desconsideración hacia los electores, violencia es que se privaticen beneficios y se socialicen pérdidas, violencia es el secuestro de las soberanías de los países, violencia es masacrar pueblos en África y Cercano Oriente... pero lo que es verdaderamente violento son los años de silencio de un pueblo, lo verdaderamente indignante es que todos los que llevamos meses manifestándonos contra las medidas neoliberales lo hayamos hecho pacíficamente y haya tenido que pasar la violencia policial para que se conteste con otra cosa diferente que el "éstas son nuestras armas" mientras levantamos los brazos y giramos las muñequitas. No porque diga que la primera respuesta ha de ser violenta, sino porque no concibo que lo que provoque esas reacciones violentas sean cuatro "palos". Y no los millones de "bastos" que llevan dándonos...
    Así que sí, condeno la violencia policial. Centrándome en esa violencia física de estos últimos días: estoy de acuerdo con vuestras intervenciones. Pero creo que por lo general tendemos a creer que la Policía es un cuerpo al servicio del ciudadano, y por eso nos sorprenden esas agresiones gratuitas a estudiantes. Yo creo que es un cuerpo al servicio del mantenimiento del statu quo. Como tal, no hace sino aquello que quienes le mandan desean. Porque desde luego, escuchando las excusas intereconómicas o larrazonianas parece que los policías son motivo de envidia para muchos que habrían pegado con gusto.

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  10. Y no, no condeno la violencia del pueblo. Me parece legítima, pero tardía y lamento sus motivaciones primarias. Pero no la condeno. Condeno que la sociedad se lleve las manos a la cabeza porque una tarde doscientas personas cerquen una sede y tiren unas piedras. La misma sociedad que mira para otro lado cuando no son los suyos. Una sociedad que es incapaz de comprender que los ataques al “pueblo” –sé que estoy abusando del genérico, pero nos entendemos- van dirigidos a todos. No a los que votan una u otra cosa. Ni a los rubios, gordos, del Betis y antitaurinos. Van dirigidos a todos. El pueblo es uno. Claro que siempre existirán los que digan que las protestas las orquesta el PSOE –¿y qué si el PSOE tiene interés en que haya protestas? Claro que lo tiene, pero ¿es que acaso los manifestantes estaban en sus casas jugando a la Play Station y llegó tito Rubalcaba a decirles que salieran a tirar unos guijarros? En fin-; siempre existirán los que digan que total, eran unos perroflautas, que mucho había tardado ya la Policía en sacudirles; siempre estarán aquellos que digan que todo irá mejor, que para qué protestar ¡si podemos ir de compras y votar!; o los que sean campeones de la revolución pero desprecian a ese pueblo al que quieren levantar.

    Y así es como nos quieren: atomizados, separados, enfrentados. La incapacidad del españolito medio para ver más allá del periódico o el televisor muchas veces es extraordinaria. Lo que hay que hacer es cebarse con los que son iguales, los trabajadores. Una posición lacaya y ridícula propia de un pueblo embrutecido. ¿Cómo van a tener derecho cuatro perroflautas y seis borrokas a calefacción? Y ahora porque es este tema. Si fuese otro, la lógica de pensamiento sería un trasunto de ésta: ¿cómo va a quejarse un barrendero de ser precario?, ¿los funcionarios? unos vagos, ¿la investigación? no es productiva, ¿la huelga de metro? me jode el trayecto…

    Creo que bien está, en primer término, la palabra. Pero cuando se ofende de manera continuada y burlesca a la Comunidad y a la Justicia Social, comprendo, amparo y defiendo la actitud desesperada de un pueblo que adopta la protesta violenta como último recurso. Así que no antepongo la violencia a otros cauces de resolución, pero no tengo ninguna duda en que sí que la acepto antes de que la inacción suponga una perpetuación de la injusticia –aunque no creo que cuatro piedras vayan a cambiar nada, claro está-.

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    1. Como en el post anterior, trataré de resumir mi respuesta a la primera parte de tu argumentación en un solo mensaje.

      Con respecto al uso, lícito o no, de la violencia por parte del pueblo, no puedo estar de acuerdo, al menos en principio. Probablemente lo que voy a decir es utópico, pero creo que tiene que existir una manera de conseguir que cuando uno tiene la razón, la autoridad se la dé. Y que esa manera sea pacífica, además. Mi post estaba basado en una crítica al abuso de poder que evita que la mejor solución sea sustituida por la que se ve apoyada por una mayor fuerza, y en ese sentido la violencia del pueblo puede llegar a constituir también un abuso de poder (especialmente, cuando esa violencia es ejercida por una pequeña parte del mismo). Otra cosa es que yo pueda llegar a entender la injusticia que motiva una reacción violenta; pero no la apoyo, como no apoyo al hombre que mata al violador de su hija, por mucho que entienda sus razones.

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  12. Hasta aquí mi análisis de la violencia y, en concreto, el caso valenciano.

    Pero ¡ojo!, abro un vector más de interpretación. ¿Es verdaderamente la violencia de los manifestantes lo que molesta a quienes toleran, transigen y aplauden la violencia policial? ¿No será que lo que les molesta es el mero hecho de que exista ese debate, que existan esas reivindicaciones, que exista un pueblo que parece que despierta y al que creían dormido por los siglos de los siglos? No existieron episodios violentos en mayo de 2011 y todos escuchamos los argumentos de los políticos liberales y sus secuaces. Lo único nuevo es que la violencia de los manifestantes es el pegamento cohesionador de todos aquellos que ambicionan que todo siga como está. No hace falta tampoco irse a mayo de 2011. Hace dos semanas fue la manifestación contra la reforma laboral. Entonces se desprestigiaba una protesta de centenares de miles de españoles porque algunos luego se iban de cañas. Lo que quiero expresar es que siempre va a existir un argumento para rechazar todo. Lo lamentable es que semejantes patrañas causen efecto. Los mass media salen como auténticos perros de presa contra cualquier conato de insurgencia. No vaya a ser que cunda el ejemplo.

    Por último, se ha hablado acerca de que estas imágenes traigan a nuestra memoria represiones pasadas y se ha hablado de si la actual situación es mejor o peor que en otros tiempos. Estoy de acuerdo con lo que dicen Jose padre y Hernán. Pero de cualquier modo,¡lo que da de sí el franquismo! Superficialmente, parece que todas las acciones de nuestros políticos van encaminadas a hacer como si ese período de la historia nunca hubiera existido. Sin embargo, es obvio que muchos posicionamientos del presente se hacen en base a experiencias personales y mitos, filias y fobias gestadas hace largas décadas. Traigo esto a colación porque nuestra amada democracia parece ser infalible. Todo lo que hace es “bueno”. Y cuando no es tan bueno es porque es fascista, o roja. O esa es la imagen que algunos medios difunden co tanto ahínco. Con tanto desatino al final nunca recibe una crítica. ¿Es que la represión es algo consustancial a los regímenes autoritarios y ajeno a las “democracias libres”? Todos recordamos la violencia de los grises. La violencia de las tropas del Pacto de Varsovia entrando en Praga y Budapest. ¿Es que nadie se acuerda de mayo del 68? ¿Y la guerra sucia de la Operación Gladio en Italia financiada por la CIA para frenar el ascenso del Partido Comunista? ¿Y Montejurra, Vitoria, Atocha, Frente de la Juventud…? Son los primeros ejemplos que se me han venido a la cabeza. De violencia policial, digo. La institucional adquiere dimensiones de chiste. No se trata de un “y tú más”. Se trata de que en un mundo donde no existe fascismo ni comunismo, ni alternativa alguna a la democracia liberal, descargar culpabilidades para traernos batallitas de otros tiempos considero que es altamente improductivo. Improductivo si es que lo que se pretende es la crítica del sistema, claro está.

    Lo he escrito deprisilla y siento que quizá de una manera un poco áspera. Pero no cargo contra nadie de los que aquí escriben, creo que ha quedado claro. He descargado mi ira de dos semanas escuchando acusaciones y argumentos sorprendentes.

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    1. Con respecto al primer párrafo, estoy de acuerdo. Cuando uno no sabe como contestar a un argumento o situación, siempre puede contestar "manzanas traigo". Me parece muy interesante también la reflexión que haces sobre que las críticas al sistema siempre excluyen a la democracia al buscar culpables. Nuestro sistema democrático, y en general cualquier sistema democrático, tiene que poder ser criticado como cualquier otro, y no excusado por defecto como dices.

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  13. http://www.escolar.net/MT/archives/2012/03/manipulaciones-por-hectareas.html

    Creo que ilustra bien lo que quería explicar en el último comentario. La violencia les da igual. Los servidores del Estado y pedrojotas de turno siempre tendrán qué inventar. Que ellos tengan esa mentalidad lameculista y servil les compete a ellos. Que un número alto de españoles otorgue credibilidad y -no sólo eso- convierta farsas como ésta en argumentos de autoridad es algo que nos afecta a todos.

    Mi pregunta es, aunque fueran ciertos todos los datos que El Mundo decía sobre el organizador de la "marea azul"... ¿eso resta credibilidad a la causa? Lamentablemente para mucha gente sí.

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    1. Suscribo, palabra por palabra, las últimas tres líneas. Sería muy interesante tratar algún día el tema de las falacias que se usan en sustitución de los verdaderos argumentos en los debates.

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  14. Bueno, así se ha cerrado el asunto de la depuración de responsabilidades en los incidentes de Valencia... ninguna responsabilidad de ningún policía. Y eso es todo.

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