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domingo, 10 de febrero de 2013

Educación pública

El jueves pasado estuve en una manifestación en defensa de la educación pública. Se trataba, en teoría, del colofón de tres jornadas de protesta estudiantil y del sector educativo en general. La manifestación tuvo una asistencia escasísima (no creo que fuéramos más de 2000 personas, que es poquísimo en una ciudad tan grande como Madrid) y yo volví a casa triste y desanimado. A la manifestación fui con unos cuantos amigos, que terminaron con sensaciones similares. Sin embargo, un par de días después uno de ellos escribió un texto que publicó en una red social, y me gustó tanto que le pedí permiso para reproducirlo aquí, Al contrario de lo habitual en este blog, no es un texto argumentativo con referencias a otras webs. A cambio, o precisamente por eso, tiene mucha más fuerza. Ahí va:

Tengo 25 años, hablo bastante y me enfado con facilidad. Tengo varias aficiones pero ninguna pasión. He buscado mi vocación pero no la encuentro, y a estas alturas dudo que lo vaya a hacer. No me identifico plenamente con nada ni nadie. Pero me gusta lo que soy. Hice la primaria, la ESO y el bachillerato en un colegio y un instituto públicos. Tengo dos carreras, un máster, y soy estudiante de doctorado, todo ello en una universidad pública. Si hay algo que me define y que me representa, es la educación pública. Y por eso la defiendo. 

La defiendo porque yo soy yo gracias a ella, y porque creo que esto es así en el caso de la mayoría de las personas. Yo soy distinta a cómo era hace 5, 10 o 20 años. Tengo una mejor formación, y sobre todo, tengo opinión, tengo la capacidad de juzgar lo que veo a mi alrededor, de decidir si una cosa me gusta o no, de elegir los motivos por los que quiero luchar. Y la enseñanza pública es uno de ellos. Quizás piensas que a ti eso ya no te afecta, que tú ya has estudiado lo que tenías que estudiar, y probablemente sea verdad. Pero a mí me aterra pensar en una sociedad inculta. Me da pánico pensar en lo que le están haciendo a la formación del médico que me curará dentro de 20 años, al futuro arquitecto que diseñará mi casa, a todos los jóvenes y niños cuya capacidad de crítica será peor porque nunca recibieron la formación adecuada, y que por tanto tendrán más difícil defender lo que es suyo. 

Eso es lo que convierte a la educación en un arma tan poderosa, y por eso se ataca. Sin ella, no hay capacidad para razonar, para cuestionarse, para rebelarse. Y gracias a una enseñanza pública de calidad, esto está al alcance de todos. Es lo más parecido que tenemos a la igualdad, y por eso tenemos que luchar por ella. Porque nos da las mismas oportunidades a todos, porque permite que cada niño decida quién quiere ser. Tengo 25 años, y una parte muy importante de lo que soy es culpa de mis profesores, desde los 4 años hasta hoy mismo. He defendido, defiendo, y defenderé un sistema educativo público de calidad como base para una sociedad mejor. Siempre. Y por eso salgo a la calle. No para defender una ideología, sino para defender mi identidad.

María Medina

5 comentarios:

  1. Realmente el texto de María tiene fuerza: es a la vez profundo y conciso. ¡Felicidades a la autora!

    Respecto al escaso número de asistentes a la última manifestación, hay una explicación bastante sencilla (y no estoy buscando excusas para no haber estado): el cansancio. ¿Cuántas manifestaciones pro-educación pública llevamos este curso en Madrid? ¿Y si les sumamos las pro-sanidad? ¿Y si incluimos el verano y sumamos las de apoyo a los mineros (más las causas que cada uno considere importantes: 10 manifestaciones diarias en Madrid dan para mucho)?

    Lo que sí me preocupa es que "sanidad pública" es un grito que ha unido a la población (con bastante independencia de a quién se vota), mientras que lo análogo en educación tiene mucho menos apoyo. La gente percibe que la sanidad pública le afecta, pero son muchos menos los que, como María, se sienten concernidos por la educación pública: un padre de bien intenta llevar a sus hijos a colegios concertados (privados no, que esos son caros).

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  2. Gracias, María. No se puede hacer un mejor alegato a favor de la enseñanza pública, ni más claro ni más conciso. Y, además, con una forma perfecta.
    Ha sido un placer leerte, pero tu texto es tan redondo que deja poco lugar a comentarios, y estoy absolutamente de acuerdo con él.

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  3. Increíble el texto de María, ha sido un gusto leerlo!Gracias Jose por difundirlo...creo que más de uno debería leerlo y pararse a pensar un poco.

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  4. Jo, muchas gracias a los tres (y a Jose por publicarlo), nunca había tenido tanto éxito escribiendo nada, jeje, me alegro mucho de que os haya gustado. Aunque bueno, como dice lo que ha escrito Jose, es un poco fruto de la frustración del otro día... así que supongo que sería mejor que no hubiese tenido motivo para escribirlo, pero en fin...

    Siguiendo la línea de lo que dice Adolfo, yo también creo que la gente está saturada de manifestaciones, hay tantas que al final ya no sabes cuándo hay de cada cosa, pero eso no debería eclipsar los motivos que las provocan, y coincido totalmente contigo en eso de que todo el mundo (o casi, si fuese todo no tendríamos problemas, jeje) se identifica con la sanidad pública, pero con la educación cuesta más. Y sinceramente, me parece pura vaguería, porque en cuanto le dedicas un minuto a pensarlo te das cuenta de que aunque tú puedas pagarle un buen colegio a tus hijos, el resto del mundo igual no, y dado que no puedes vivir en una burbuja, la formación del resto de la sociedad te tiene que afectar.

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  5. Lo primero enhorabuena a la autora porque a pesar de la depresión colectiva que fue ese día la manifestación, has conseguido transmitir muy bien lo que piensas y sientes sobre la educación pública, a mí me ha gustado mucho.

    Fuera de lo personal que pueda ser parte del texto, se dicen muchas verdades. Para mí las más importantes son las que están relacionadas con lo democratizante que es una educación pública en términos de igualdad de oportunidades, que es lo verdaderamente dañado cuando se subvencionan colegios concertados, se suben las tasas universitarias, etc. ya que se perjudica a una parte de la población en favor de otras con determinadas creencias o posibilidades económicas.

    Por último, decirle a la autora que comparta más pensamientos de estos que parece que han gustado :)

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