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miércoles, 17 de octubre de 2012

Derecho de herencia

Un día hace no mucho tiempo me comentó un amigo que le parecen sorprendentes los criterios que se usan para determinar qué cosas se pueden heredar y qué cosas no. En la actualidad, en Occidente, se considera que se puede heredar aquello que se puede poseer. Así, uno puede heredar una casa, un coche, acciones de una empresa, dinero, o incluso deudas. Sin embargo, todo el mundo parece tener claro que no se pueden heredar personas, puestos de trabajo ni cargos políticos (con la excepción de la jefatura del Estado en algunos países, un anacronismo del que tendremos que hablar algún día). Lo que pretendo hacer con esta entrada es dar mi visión sobre esa aparente arbitrariedad en la elección de qué cosas podemos legar a quienes nos sobreviven.

Lo primero que creo es que la elección de las cosas que se pueden legar a los sucesores no es aleatoria, ni arbitraria. Aunque probablemente lo es desde un punto de vista lógico, no lo es desde el punto de vista de la justicia: los bienes que se heredan son exactamente los que garantizan que los herederos nombrados por la élite económica (que suele ser la élite en todo lo demás) son los que conforman, salvo pequeñas variaciones, la élite económica de la siguiente generación. No es necesario heredar un cargo político cuando es bien conocido que prácticamente nunca ha gobernado ningún estado del mundo una persona de clase trabajadora. Tampoco es necesario heredar los mejores puestos de trabajo, en tanto en cuanto una situación económica mejor suele influir decisivamente en el puesto de trabajo que las personas ocupan. Por eso, creo que la única razón de la persistencia del derecho de herencia es el intento (exitoso) de perpetuar la desigualdad, de que quienes más tienen se aseguren de que las personas que más quieren son las que consiguen, independientemente de sus méritos, ocupar el lugar de privilegio que ellos ocuparon.

En vista de lo anterior, la solución aparentemente más simple es la que yo creo mejor: suprimir el llamado "derecho de herencia". Así, cuando una persona muere es la sociedad la que pasa a disponer de sus bienes, en principio para utilizarlos en beneficio de toda ella. Evidentemente, una medida de esta índole exigiría asegurar que el Estado sea un ente capaz de asegurar la supervivencia y la igualdad de oportunidades de sus miembros. Pero incluso si no garantizamos eso, creo mejor que un Estado imperfecto (cuyo gobierno emane, por ejemplo, de una democracia imperfecta) es más capaz de repartir la riqueza de manera justa que una persona cualquiera. Además, creo que la eliminación de la herencia sería una de las pocas medidas capaces de ayudar a mantener la desigualdad entre unos hombres y otros bajo control; y pienso que esa desigualdad es probablemente la peor de las lacras que sufre hoy la humanidad.    

19 comentarios:

  1. ¿No crees que eliminar totalmente las herencias puede resultar en que mucha gente "despilfarre" durante los últimos años de su vida? Lo que a su vez crearía una desigualdad (¿inversa?) entre despilfarradores y no despilfarradores.

    Además hay algunas complicaciones, por ejemplo con la vivienda habitual, en la que puede que vivan también quienes ahora son herederos. ¿Quedarían en la calle?

    Un caso típico es una vivienda compartida por una pareja. Al morir uno, ¿el otro pasa a tener que compartir la casa con quien designe el Estado? ¿Mantendría el usufructo? ¿Y si conviven con hijos (quizás menores)?

    Yo soy más partidario de un impuesto de sucesiones serio, lo que por desgracia en España es cada vez menos popular. Pero claro, yo es que creo que los impuestos pueden ser una magnífica herramienta redistribuidora y no solo una forma de fomentar la vagancia como pretenden los teaparties y similares.

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    1. Respondo por orden:

      - ¿Cuál es el problema de gastar (despilfarrar) el dinero ganado a lo largo de una vida en los últimos años, como premio a lo que se trabajó durante la época activa? Además, desde un punto de vista Keynesiano, no parece mala idea hacer que la gente mayor consuma más (esta segunda parte no es argumentación mía, pero supongo que se puede usar). No entiendo, en cualquier caso, lo de la desigualdad inversa.

      - Como digo en el último párrafo, la sociedad es la que tiene que asegurar que todos podamos sobrevivir. No deberíamos depender de quienes nos legan bienes, incluida la vivienda, para ello.

      - El caso típico de la vivienda compartida por una pareja hay que tratarlo con cuidado. Posiblemente se pueda considerar lo des usufructo como posibilidad. Con respecto a los hijos que aún no están en edad de trabajar (y que no quedan a cargo de nadie), de nuevo es la sociedad la que debe ayudarles a salir adelante. Que salgan adelante no debe (¡no puede!) depender de que reciban una herencia.

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    2. Por último, y sobre un impuesto de sucesiones serio: ¿a qué te refieres? Cualquiera que propongas que vaya más allá de heredar la vivienda habitual o algo así pierde, por lo menos en parte (y tal vez decisivamente), su capacidad de corrección de desigualdades:

      Nota: el 1% de la fortuna de Amancio Ortega aún sería un fortuna cuyo poseedor estaría en el 1% más rico del mundo, y sin haber movido un dedo.

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  2. O sea, que lo que tiene que hacer Amancio Ortega, en lugar de dejar la herencia a su hija, es contratarla con un sueldo estratosférico. Así no hereda, pero sigue siendo inmensamente rica.

    Me sigue pareciendo que es mejor un buen sistema de impuestos.

    Con desigualdad "inversa" me refiero a que quienes sean austeros se verán perjudicados frente a los gastadores, que es lo contrario que se percibe ahora: si eres ahorrador tus herederos reciben más.

    Por cierto, sí que hay puestos de trabajo (además del de Rey) que en la práctica se heredan: dueño de Farmacia por ejemplo (y hasta hace poco dueño de Estanco, aunque creo que eso ha cambuiado); agricultor si posees la tierra; el comercio en general; los artesanos pueden dejar el taller a los herederos, que si quieren pueden seguir trabajando en él. En general cualquier ocupación de autónomo es heredable. Lo que no se hereda es un puesto de trabajo como asalariado.

    Y esto me plantea otra duda. Mi mecánico, ¿puede dejarle el taller a su hijo, que trabaja con él, cuando fallezca? O cuando fallezca el padre el Estado asignará el taller a otro y se ocupará de colocar al hijo en otro sitio. ¿Cambia algo si en vez de fallecer (herencia) se jubila (traspaso)?

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    1. Amancio Ortega puede (su consejo de administración mediante) contratar a su hija con un sueldo estratosférico, en efecto. Ese es un problema distinto: el de la remuneración que uno puede recibir por su trabajo. Tenemos un sueldo mínimo pero no uno máximo, y eso también podría ser debatido. Pero en cualquier caso, seguro que se podrían legislar estos casos, de la misma manera que se legislaron en su día las donaciones para que no fueran herencias sin impuestos. Además, el hecho de que haya alguna manera de violar una norma no hace que esta sea injusta.

      Con respecto a la desigualdad inversa, no veo el perjuicio que se causa. El hecho de que haya una percepción extendida no hace que esa percepción sea más acertada.

      Con respecto a los puestos de trabajo, tienes razón: determinados medios de producción (o casi todos) se pueden heredar. Como dices, yo estaba pensando en asalariados.

      Con respecto al taller: si no se hereda, no se heredan medios de producción tampoco. Si el hijo era asalariado en el taller, deberá buscarse la vida en ese taller u otro. Si el hijo era copropietario, estamos en el caso de la pareja y el piso. Y si el padre se jubila, el traspaso se paga como si se traspasara a cualquier otra persona.

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  3. Creo que es delicado. Aunque estoy completamente de acuerdo en la argumentación que expones, y aunque coincida en que el derecho a herencia es una de las muchas cosas que deberíamos eliminar en el camino para construir una sociedad más justa, habría que tener cuidado para no caer en el absurdo de negarle a un hijo, por ejemplo, un álbum de fotos que guardan los padres de cuando el niño era pequeño. Con esto quiero decir que, aunque se debería regular la herencia de tierras, fortunas y quizá viviendas, la solución tampoco creo que sea nacionalizar todas y cada una de las pertenencias del difunto de forma absoluta e indiscriminada. Puestos a llegar a tal punto podríamos abolir la propiedad privada y ya, pero creo que la conversación tampoco va por estos cauces. Se podría empezar por una tasación BRUTAL de los bienes heredados, con un límite estricto de herencia monetaria (algo razonable, un par de miles de euros o algo así) y algunas medidas de ese tipo - que lo hagan más razonable sin llegar a ser perfecto - e intentar evolucionar poco a poco.

    Pero bueno, tampoco es que tenga una posición demasiado definida al respecto... como digo, mientras exista la propiedad privada es difícil imaginar un sistema que no tienda a mantener las desigualdades iniciales...

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    1. Sin entrar en la cuestión sobre la propiedad privada, lo que dices de los objetos de escaso o nulo valor sentimental tiene todo el sentido. Efectivamente, no lo había pensado, pero por supuesto creo que es posible heredar aquello que no proporciona poder o ventaja económica. Seguramente fijar un límite (bajo) para el valor total de lo que se puede heredar es una manera de permitir que los hijos preserven los álbumes de fotos y las camisas de sus padres.

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    2. Es un tema complicado, pero ¿Por qué es injusto que un hijo herede la fortuna o el patrimonio de su padre rico? Y más importante en este caso ¿Sería realmente más justo que eso se repartiera entre los demás? Es decir si alguien trabaja muy duro con el objetivo de facilitarle la vida a su familia cuando muera, porque va tener que ir ese dinero a otras personas, cada uno debe disponer de lo que gana como quiera. El problema de si la gente gana lo que se merece o lo del sueldo máximo ya es otro tema.
      Si como dices estás a favor de que la persona antes de morir gaste su dinero o lo “despilfarre” porque es suyo y puede hacer lo que quiera con ello ¿Qué diferencia hay con que lo que quiera es dárselo a sus herederos? Además estás pensando en gente rica que deja hijos ricos y vagos que no van a pegar ni palo en su vida, cosa que me parece un tópico fácil. Sin embargo, si piensas en un currante de toda la vida que ha mantenido un negocio en toda su vida (tienda, talle …) y su deseo es legarlo a sus herederos me parece que negarle ese derecho no es algo “justo”.
      De todas formas la idea de “El estado se queda y distribuye…” es una idea peligrosa, no creo que exista ningún ser humano lo suficientemente íntegro para realizar esa tarea, como se ha demostrado a lo largo de la historia.
      En resumen, estoy con lo de los impuestos.

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    3. Respondiendo a la primera pregunta: es injusto si uno cree en la igualdad de oportunidades. E igualdad de oportunidades es justamente que tu procedencia influya lo menos posible en tus posibilidades para llegar a ser lo que tú quieras. Además, no creo que mantengas que todas las personas ricas lo son solamente por lo duro que han trabajado...

      Con respecto a lo que dices en el segundo párrafo: claramente, estoy pensando más en las personas más pudientes que en las menos pudientes, pero no me parece un tópico fácil, pues es justo ahí donde se concentra la mayor desigualdad. El 1% más rico del mundo tiene más que el 57% más pobre (fuente). Y de nuevo, por mucho que mi padre fuera un currante muy meritorio, no veo por qué eso tiene que darme a mí una ventaja frente a otros que no tuvieron la suerte de que su padre fuera tan virtuoso (de la misma forma que no creo que su puesto de trabajo, por bien ganado que esté, me exima a mí de ganarme el mío en igualdad de condiciones con los demás).

      Con respecto a lo de la distribución, exactamente eso que dices que es una idea peligrosa es lo que hace el Estado con todo el resto del dinero que maneja: tomarlo de la gente y distribuirlo. Puedes pensar que lo que yo planteo es elevar el impuesto de sucesiones hasta el 100% (con la salvedad de mi respuesta a Dani). No es necesario pensar en un sistema comunista o no democrático (que es lo que creo que consideras peligroso) para aplicar mi idea.

      Por último, os animo a Adolfo y a ti a que me aclaréis cómo serían esos impuestos que citáis. Según tu argumentación, casi cualquier impuesto sería injusto, pues estarías impidiendo a la persona disponer de parte de sus bienes como desee a su muerte.

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  4. Comprendo la motivación, pero veo varios problemas.

    Qué ocurre cuando una casa, una empresa, o incluso un objeto como un mueble figura en un papel como propietario de un hombre, pero el resto de la familia ha aportado por igual para ganarse esos bienes?
    El problema es que un padre no muere el día que nace su hijo, pueden trabajar juntos para el bien común de la familia.

    Tampoco me parece lo mismo alguien que hereda unos terrenos de cuando sus abuelos eran Lord Lannister, que alguien que hereda la casa de la familia en la que ha trabajado y vivido y además ha mantenido toda su vida. Han podido invertir en la casa/empresa/bla dinero y esfuerzo aunque en un papel aparezca como propietario una sola persona.

    Cuando somos niños dependemos de nuestros padres, con lo cual nuestras oportunidades pueden depender del éxito que tengan ellos. Esto es desigualdad, en la misma manera que las herencias.
    Claro que esto último podría arreglarse en gran parte, por ejemplo, si todos tienen acceso a unos servicios públicos de calidad (educación, sanidad, etc..), de tal manera que la desigualdad no resulte en que unos tengan menos oportunidades que otros.

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    1. Los problemas que ves no son muy importantes, creo. Solamente hay que dejar claro a la gente que debe aparecer como propietaria en las escrituras de aquellas propiedades que son efectivamente suyas. Y con respecto a heredar la casa en la que ha vivido toda la vida ¿Por qué el hecho de haber nacido en una familia con mejor casa (en este ejemplo) ha de implicar que la familia de uno viva en una casa mejor que otra familia, generación tras generación? La tesis del post es que cada uno vale lo que sea capaz de hacer, suponiendo que se le han dado las mismas oportunidades que a los demás. Haber vivido en una casa, o haber disfrutado de mucho dinero por parte de tu padre, no es un mérito para mí.

      Con respecto al último párrafo: completamente de acuerdo. Evidentemente, la supresión del derecho de herencia no va a acarrear por sí misma la desaparición de la desigualdad. Hace falta que muchas más cosas cambien para que el mundo sea aproximadamente justo. Pero mientras el hijo del que tiene más tiene (en esa misma proporción) más oportunidades que el hijo del que tiene menos, creo que no es posible acercarse lo suficiente a la solución del problema.

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    2. Estoy de acuerdo, pero el problema de la propiedad es como el de las donaciones en vida: en la práctica no veo diferencia con una herencia. Es decir, se puede abusar para perpetuar la desigualdad.

      Si consideras que el pastel es grande, y si hay suficientes trozos para que cada uno toque a uno (o dos), no me parece mal que alguien herede un trozo. Evidentemente, el problema surge cuando unos pocos tienen mucho pastel, y esto puede ocurrir con o sin herencias. Desde luego con herencias sin límite resulta mucho más sencillo alcanzar un desequilibrio.

      Pero a mí no me parece mal una herencia "razonable". Podrá habrá familias en las que unos hijos queden huérfanos antes que otros: otra desigualdad, unos podrían usar los recursos de sus padres más tiempo. Pero evidentemente no vamos a impedir que unos padres no puedan ayudar a sus hijos con los recursos ellos han labrado, para que todos tengan las mismas oportunidades. Estoy de acuerdo en que actualmente está muy desequilibrado, pero no veo que la línea a trazar sea la que describes, lo veo algo más difuso.

      Acabo de caer en otro posible problema (esto lo acabo de pensar sobre la marcha, bear with me). Y es que una situación de igualdad de oportunidades donde cada uno vale lo que sea capaz de hacer (de la que me considero en gran parte partidario) podría parecerse (peligrosamente) a una sociedad "darwinista". Digo peligrosamente porque una sociedad darwinista es una sociedad donde la ley del más fuerte es la regla de oro. No hay más que mirar al mundo animal o a nuestro pasado para ver lo cruel que puede ser.
      Es algo que me acaba de venir a la cabeza, tampoco le he dado muchas vueltas, pero me ha parecido que la diferencia entre ambas situaciones podría ser demasiado sutil. Es decir, que si queremos que haya igualdad de oportunidades habría que cuidar que aquellos más vulnerables no sufran malas consecuencias. El primer ejemplo que me viene a la mente son discapacitados físicos y mentales, pero ten en cuenta que hay muchos casos entre medias. Creo que aquí se vuelve a lo de antes: habría que garantizar un mínimo de riqueza para que la riqueza no sea totalmente proporcional al mérito de cada uno. Puede que todo esto resulte obvio, pero me ha parecido conveniente compartirlo.

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    3. Efectivamente, las donaciones en vida plantean un problema. Por eso habría que prohibirlas (a partir de un determinado valor o algo así) como complemento a la eliminación de la herencia. Por otro lado, ¿qué es una herencia "razonable"?

      Con respecto a lo que dices de la sociedad "darwinista": lógicamente, no se puede eliminar el hecho de que no somos genéticamente iguales, y eso por supuesto influye en las oportunidades de cada uno. Pero eso no significa que eliminando condicionantes económicos vayamos a acercarnos a una sociedad en la que impere la ley del más fuerte. Para mí, de hecho, esa sociedad está más próxima ahora (salvo que la fuerza es el dinero, en vez de la genética superior). Con respecto a lo último que dices, estoy de acuerdo: garantizar la igualdad de oportunidades implica ayudar (y por tanto dar ventaja) a quienes tengan alguna discapacidad para que puedan competir con el resto.

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  5. La igualdad de oportunidades, si quiere decir que tu procedencia influya lo menos posible en tus posibilidades para llegar a ser lo que tú quieras, no existe. Para ello deberían apartar a las personas de sus padres al nacer y educarlos y criarlos a todos en un macro centro del estado, pero según funciona nuestra sociedad, y las pocas que conozco, me parece muy difícil creer realmente en la igualdad de oportunidades. Si tu educación y formación como persona así como tus gustos y ambiciones dependen de tus padres, que al final es lo que determina casi completamente que quieres ser en la vida, hacer una diferencia con las herencias materiales me parece una diferenciación arbitraria. Pero esto ya es una discusión de otro tipo.

    Lo de repartir la herencia, según mi opinión, sería una medida cuestionable para intentar solucionar una situación injusta; la desigualdad económica, que es el problema de raíz en todo esto. Sería la típica situación en la que un árbitro compensa una equivocación con otra decisión equivocada. Al final todo lo que has hecho es equivocarte dos veces.

    Desde luego no creo que todas las personas ricas lo sean por todo lo que han trabajado, igual que tampoco me gusta en absoluto lo que hace el estado con el uso del dinero del que dispone. De hecho, esto sería una fuerte razón para estar en contra de proporcionarle al estado más cosas para “repartir”. Reconozco que en un primer momento he pensado en un sistema comunista pero tienes razón. No es necesario eso para llevar acabo tu idea. Aun así, no es el sistema lo que me parece peligroso, es el estado, personas completamente subjetivas al fin y al cabo, distribuyendo y gestionando unilateralmente el patrimonio de otras personas.

    También tienes razón sobre el impuesto de sucesiones, lo he pensado y me parece injusto, debería cubrir solamente los gastos administrativos de la herencia. Tampoco me gusta el impuesto de donaciones, ya que se ha hablado también de ello, no lo entiendo, pero eso también es otro tema.

    No quería escribir tan largo, tan coñazo… pero dos últimas ideas:
    Como no creo que exista un sistema de reparto de la herencia que se acerque a lo que se consideraría en este caso como justo, el criterio del muerto me parece tan bueno como cualquier otro para repartirla, con la diferencia de que lo que reparte es suyo.

    ¿Por qué realizar el “ajuste” al morir alguien y no antes? Si yo gano 3000 y tu 1000 porque no nos quedamos 2000 cada uno desde el principio, así al morir cada uno tendrá lo que no se haya gastado y la herencia sería totalmente justa. Como he comentado antes, este problema se reduce a que hay gente que económicamente es mucho más poderosa que otra, que gana más que otra etc.

    Dicho todo esto, a mi también me jode que haya inútiles por ahí que no saben hacer la O con un canuto que tengan la vida resuelta únicamente por su apellido.

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    1. Efectivamente, la igualdad de oportunidades no existe ni ha existido nunca. Además, la igualdad de oportunidades perfecta es imposible por razones biológicas. Sin embargo, las dos afirmaciones anteriores no implican que no sea deseable intentar acercar la sociedad lo más posible a una situación en la que dicha igualdad existiera. Lo que se afirma en el post es que la herencia material atenta contra la igualdad de oportunidades, y que por eso debe ser eliminada. Es cierto lo que dices de que otras "herencias" no eliminables influyen en cómo somos las personas, pero el hecho de que existan varias injusticias no hace que no haya que eliminar una de ellas.

      No veo por qué repartir la herencia es corregir un error con un error. ¿Son los impuestos sobre la renta (o cualesquiera otros) una forma de corregir un error con un error? Yo creo que no, pues creo que las medidas que la sociedad toma para proteger a los más débiles en algún sentido (y siempre, por supuesto, a costa de los más fuertes) son justas, en su mayoría.

      El Estado, en un sistema justo, debe estar gestionado por personas sometidas al mandato popular y al interés general. Esto es cierto por lo menos para la democracia (y por lo menos en teoría). Además, el Estado ya gestiona muchos recursos que no proceden de las herencias de los muertos; y yo creo que es bueno que sea así, en la medida en la que el Estado en principio actúa en beneficio de la sociedad.

      Una idea muy simple para justificar el impuesto de donaciones es la siguiente: si no existiera, ningún empresario pagaría por trabajar. Solamente haría regalos por el valor del salario a sus empleados, ahorrándose los impuestos (estoy suponiendo en todo momento que no eres anarquista y que por tanto piensas que el Estado tiene que recaudar impuestos; si no es así, corrígeme). Por último, si tu conclusión es que las herencias no se deben gravar con ningún impuesto, no hay posible punto de acuerdo entre tu posición y la mía. Yo creo que un hombre (en términos económicos) vale lo que hace y no lo que hereda, y creo que repartir los recursos económicos de manera más o menos equitativa es algo que ayuda a corregir la desigualdad, que es algo que identifico como malo. Sin embargo, no me queda claro lo que tú consideras que es justo. Dices que no conoces la manera de repartir la herencia de manera justa, ni siquiera en la teoría, pero al final mantener el estado de las cosas, sea este bueno o malo.

      Con respecto a la pregunta del penúltimo párrafo: yo no argumento aquí que todas las personas deban percibir el mismo salario independientemente de su trabajo. Y en cualquier caso, aunque dos personas hayan ganado lo mismo en su vida, para mí eso no hace la herencia más justa. ¿Cuál es el defecto del hijo del gastador frente al hijo del ahorrador que hace que tenga que recibir menos dinero a la muerte de su padre?

      Por último: a mí me puede molestar que haya gente que no tenga que esforzarse para vivir muy bien. Pero lo que realmente me molesta, lo que me hace hervir la sangre, es que haya gente que lo tenga tan difícil para conseguir lo que quiere. No es mi deseo igualar por abajo y que todos estemos mal, sino que todos estemos lo mejor posible, y tengamos las mismas oportunidades; y que estas sean muchas.

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  6. Ha habido tal interés por la entrada que es imposible contestar a todo, y es una pena porque, a pesar de que se desliza algún argumento un poco falaz, la discusión es francamente interesante.
    Yo creo que eliminar el derecho de herencia va directamente contra el derecho a la propiedad privada, aunque como se ha dicho este no creo que sea el objetivo del post. De hecho, si se elimina el derecho de herencia, las propiedades de las personas no son más que un préstamo realizado por el estado, y lo explico.
    Si cuando uno fallece sus bienes pasan al estado, aparte de los problemas prácticos (se han expuesto algunos, pero hay bastantes más), el estado no puede hacer más que venderlos. Piénsese en un chalet en la Moraleja. ¿Con qué criterio lo "reparte" el estado?. Solamente puede venderlo, para después utilizar el dinero para los objetivos que se persigan, tan igualitarios, justos y positivos como se quiera. Pero el nuevo propietario fallecerá también, y el chalet volverá al estado, que volverá a venderlo. Y así n veces. En definitiva, es equivalente a que el estado alquile temporalmente los bienes muebles, inmuebles y empresas a los ciudadanos, para que los disfruten, los gestionen y los mantengan. No parece razonable, salvo que, volviendo al principio, se elimine la propiedad privada.
    No sé porqué parece que el papel equilibrador de los impuestos se desprecia, cuando hay un sentir general de que unos impuestos directos y progresivos contribuirían fuertemente a la igualdad.
    En cuanto a la igualdad de oportunidades, el derecho de herencia puede ser un factor, pero hay otros que yo creo más importantes. La garantía de esa igualdad tiene que venir del derecho igualitario a la educación, a la sanidad, a un grado consensuado de bienestar mínimo. Y la importancia de este factor se puede reducir con los impuestos. No creo que ejemplos individuales concretos (Amancio Ortega es un ejemplo extremo) sirvan para sacar conclusiones generales. La inmensa mayoría de la población hereda cantidades de bienes muy limitadas, si acaso una casa y un poco de dinero, y ahora que se tiende más al alquiler, ni eso. El problema para mí de esos casos monumentales no es la herencia, es cómo y en qué condiciones se ha podido amasar una fortuna de ese calibre ¿con trabajadores bien pagados?¿con respeto al medio ambiente?¿sin meterse en laberintos de corrupción?¿pagando los impuestos correspondientes?
    Ya he escrito de más, pido disculpas, y me dejo algunas cosas en el tintero. Con vistas a un posible post posterior, no me resisto a plantear el problema de la "doble herencia". Los derechos de autor (adelanto que estoy de acuerdo en que deben existir) que se aplican a las disciplinas que se conceptúan tradicionalmente como artes (no por ejemplo a las ciencias en sentido amplio) son heredables en España durante 75 años. Una directiva de la UE sube esa cifra a 100 años, que son casi 4 generaciones con las cifras comúnmente aceptadas. Por tanto, los descendientes de un ciudadano considerado artista con arreglo a la definición anterior, heredan los bienes que posee el susodicho y además los derechos que generen sus obras durante los periodos citados. Doble herencia.
    Disculpas de nuevo.

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    1. Con respecto a la idea de que si no hay herencia la propiedad privada se reduce a un "préstamo" que dura toda la vida: de acuerdo, pero ¿hasta qué punto elimina eso la propiedad privada? No se afirma que la sociedad pueda apoderarse de los bienes de una persona cuando lo desee, sino que las personas solamente poseen su patrimonio mientras están vivas.

      Con respecto a la redistribución de la riqueza: con cualquier sistema impositivo, por progresivo que sea (del que en cualquier caso estamos muy lejos), se pueden producir grandes desigualdades. Y sin entrar en si eso es justo, heredar esa desigualdad atenta contra la igualdad de oportunidades de la siguiente generación, por muy buenos servicios públicos que haya. Tal vez haya ejemplos en los que un sistema impositivo haya contribuido a reducir la desigualdad, pero me da la sensación de que no es esa la tendencia en, digamos, Europa y EEUU (donde la desigualdad lleva décadas aumentando). Creo que para atacar la desigualdad hacen falta medidas más contundentes.

      No se pretende en el post afirmar que la herencia sea el único factor que atente contra la igualdad de oportunidades, pero desde luego no es un argumento contra la tesis del mismo decir que hay cosas más importantes. Por otro lado, el ejemplo de Amancio Ortega es relevante en un sentido: la inmensa mayoría de la riqueza se concentra en un porcentaje muy pequeño de la población. Y ese porcentaje muy pequeño tiene esa gran cantidad de dinero, en muchos casos, porque la ha heredado. Por último, se me antoja difícil que la sociedad pueda disfrutar de mejores servicios públicos si no dispone de más dinero, y lo recaudado por las herencias bien podría servir para ello.

      Por último, y con respecto a la doble herencia, mi opinión es la misma que con respecto a la herencia normal: preferiría que no la hubiera. Creo que el hijo de un artista muy bueno no tiene por qué tener más oportunidades que los demás, y por tanto no debe heredar ni el producto del trabajo de su padre, ni la rentabilidad posterior del mismo.

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  7. Siempre he creído que lo que haga uno con su esfuerzo a lo largo de los años, debería ir destinado a mejorar el conjunto de la sociedad, y no a poner en una posición ventajosa a su estirpe, la evolución relevante ya no ocurre a nivel genético luego no veo razón para hacerlo.

    En un mundo en el que no importase qué propiedades o dinero se posee, vería apropiado dejar tu legado material a tus descendientes.

    Llamadme loco, pero en el mundo en el que vivimos, no creo en las herencias. Son una lacra social y evolutiva.

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    1. No entiendo el segundo párrafo, pero estoy de acuerdo en lo que dices en los otros dos.

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