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jueves, 26 de enero de 2012

Servidores públicos ejemplares

Aprovechando que Francisco Camps y Ricardo Costa acaban de ser absueltos del delito de cohecho impropio del que se les acusaba, me he puesto a pensar en el nivel de ejemplaridad que se puede pedir a los políticos, y en general a quienes nos sirven desde el Estado. Una posible respuesta a la cuestión es muy simple: puede ser un servidor público quien no haya sido inhabilitado por la justicia por la comisión de un delito, falta o similar.  Sin embargo, esa respuesta puede parecer insuficiente, si uno piensa que un servidor público es, además de una persona que desempeña una labor en el engranaje del Estado, un personaje público que sirve como ejemplo para los demás. En otras palabras, me pregunto si no cabría exigir a los servidores públicos un cierto grado de ejemplaridad más allá de las posibles responsabilidades de cara a la justicia. Y si la respuesta es que sí, cómo se podría medir esa ejemplaridad para determinar quiénes pueden representarnos; a quiénes habría de afectar este requisito (a los servidores públicos elegidos mediante sufragio, a todos los trabajadores del sector público, a los que tengan las mayores responsabilidades...). Reconozco que no tengo ninguna idea precisa con respecto a esta última cuestión; solamente la sensación de que quienes elegimos para que nos gobiernen no son, en ocasiones, lo bastante buenos. 

17 comentarios:

  1. Creo que la principal diferencia entre un funcionario que trabaja para un Estado y un gobernante es que este último es precisamente un político. O al menos, debería de serlo.

    En mi opinión, es a los políticos a los que se les debe exigir una ética mayor que al resto de ciudadanos, que no caminen en el filo de la navaja de la Ley. Es una condición que el resto de la población no tenemos por qué cumplir pero que deberían tener asumido desde el momento en que se deciden a dar el paso a la política y, por tanto, la simple duda debería suponerles un peso suficiente como para replantearse su condición de políticos.




    Por lo demás, enhorabuena por el blog, comunista trasnochado.

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    1. Muchas gracias por tu comentario. Entonces, si lo he entendido bien, propones que se establezca algún tipo de código ético más allá del penal para quienes son elegidos en las urnas. ¿Tienes alguna idea concreta de qué requisitos concretos se podrían exigir?

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  2. Veo muchos problemas a exigir a los políticos un cierto grado de ejemplaridad. En primer lugar porque los criterios de una persona ejemplar difieren mucho entre las personas.

    Para lo que para uno puede ser una persona valiente que habla sin tapujos defendiendo sus ideas, para otros puede ser una persona chula, que se encara abusando de su autoridad sabiendo que las fuerzas de seguridad las respalda. Ejemplo: http://www.rtve.es/alacarta/videos/programa/aguirre-se-encara-empleados-sanidad-madrilena/147913/. Un caso mucho mas difícil de decidir si es un ejemplo o no es el famoso "porqué no te callas " del Rey A Hugo Chavez. Si en vez del rey hubiese sido un político, decidir si por eso tiene que dimitir sería bastante complicado y habría opiniones muy dispares.


    Otro problema, y el mas importante, por el que creo que no podemos deshabitar a políticos por no tener una actitud ejemplar, es que eso se puede convertir en un mecanismo para que los que estén en el poder puedan deshacerse de los políticos que no les convengan. En España esto sería aun mas peligroso con los medios de comunicación tan politizados como los que tenemos que no les importa manipular la información e incluso divulgar mentiras. Cualquiera que lea La Razón, el Mundo o el ABC u oiga la Cope, etc pensará que Garzón es un delincuente y un terrorista que malverso fondos e hizo escuchas ilegales porque es un socialista resentido con los pobre Camps y Costa.


    Por poner un ejemplo Bill Clinton que a mi juicio fue mejor presidente que la media de los jefes de estado que hay ahora, debería haber sido cesado nada conocerse el escanda sexual con Monica Lewinsky.


    Por otro lado, no podemos negar que hay un problema grave. Berlusconi es el ejemplo mas claro de político con actitud no ejemplar y estuvo desde 2008 hasta finales de 2011. En España Javier León de la Riva hizo las siguientes declaraciones sobre Leire Pajin: http://www.youtube.com/watch?v=8y82BKPLgf4 y ahí esta, reelegido con mayoría absoluta en 2011.


    Hay un gran problema en la clase política y en la democracia tal es ahora. Si hay una solución perfecta no lo se, pero que se puede mejorar, estoy seguro. Pienso que la clase política no debería ser una clase privilegiada sino una clase sacrificada para quitar a todos los buscavidas del panorama político. Pero eso para otro comentario que es viernes por la noche y mi cerebro no da para mucho más.

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    1. Muchas gracias por tu detallada aportación. Primero, un comentario de edición: puedes incluir hipervínculos así, si lo prefieres (el enlace es a una página que te lo explica).

      Con respecto al contenido de lo que dices, estoy de acuerdo en que es difícil decidir quién es ejemplar y quién no lo es. No obstante, que sea difícil o que haya discrepancia no implica que haya que dejar de hacerlo. Seguramente articular un código ético para políticos sea una cosa complicada, pero yo pienso que vale la pena intentarlo, pues creo que es una medida que ayudaría a mejorar la calidad de nuestra democracia. Tal vez algún otro lector nos pueda ayudar con alguna idea ;)

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  3. Yo creo que el problema es mucho más profundo que los políticos. El cambio no puede exigirse únicamente a los que están en el poder, ha de producirse de forma íntegra en todos los estratos de la sociedad. El problema es que este es un proceso lento, y requiere una inversión de beneficios difícilmente cuantificables (luego dudo que se produzca, capitalismo de simios FTW!), por supuesto hablo de la educación.

    No creo que sea viable conseguir que un político sea un ejemplo a seguir, siempre será despreciado de alguna u otra forma en cuanto tenga que tomar una decisión que no guste a todos, y el trabajo de "educación moral" se irá por el retrete.

    Ni los políticos son Mickey Mouse ni vivimos en Disneyland.

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    1. ¡Gracias por el comentario! Coincido (como mínimo parcialmente) en lo que dices de que el problema no es solamente de los políticos. En general, cualquier simplificación de un problema es inexacta, y pasa por alto aspectos posiblemente importantes. Y estoy muy de acuerdo contigo en que el problema profundo es educativo. Pero también creo que un nivel educativo suficiente haría innecesarias algunas partes del código penal, y no creo que haya llegado el momento de que nos despojemos de él.

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  4. Añado que aún así coincido con Katsu, dudo que seamos capaces de encontrar un código ético válido. No creo que el bien y el mal sean valores universales, de hecho es algo que se ha discutido durante siglos por filósofos de todas partes del mundo.

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    1. No hace falta pensar que el bien y el mal sean universales para crear códigos de diversa índole que regulen nuestro comportamiento. Nuestro código penal dice que robar está mal, y lo sanciona, a pesar de que pueda haber quien piense que no está tan mal. De una manera u otra, las normas que nos damos difícilmente van a gustar a todos, y no por ello vamos a dejar de dárnoslas.

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    2. Es fácil para establecer ciertas normas básicas, como no robar, no matar, etc. Pero si, por ejemplo, hablamos de la solidaridad, ya no es tan obvio que código ético aplicar.

      Y bueno, incluso robar es bien visto por ciertas personas en según que situaciones.

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    3. Justo a tu última frase me refería yo. A lo mejor no todo el mundo piensa que esté mal robar siempre, pero creo que está claro que tenemos que tener un código que regule los robos. Creo que se tiene que poder hacer algo similar con los políticos.

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  5. Yo creo que son políticos reflejo de la sociedad en la que vivimos, si alguien del que como mínimo se sabe que ha mentido en repetidas ocasiones ("no conozco al Bigotes", "sólo de una boda", "amiguito del alma!!", "pásame a tu mujer!") llega y gana unas elecciones con una mayoría absolutísima... Claro que es lamentable la panda de ladrones no-ejemplares que están gobernando, ¿pero que ejemplaridad se les va a pedir si les votan? ¿Con que autoridad moral? ¿Quién es peor el que hace algo malo o todos a los que eso les da igual y le apoyan?

    Y que conste que no hablo solo del PP y las corruptelas (de todos), en barrabasadas cuento un cambio de la Constitución con nocturnidad y alevosía para hacer lo que "los mercados dicen" o aprobar un contrato de esclavos en unos de los últimos BOEs...

    Pero tras eso no pasa nada... Tenemos un problema, y muy gordo, de educación y quiero pensar que de información muchas veces.

    Resumo: sería deseable que sean ejemplares, claro, pero el problema es que no siéndolos son votados.

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    1. Muchas gracias por el comentario. Has incidido en una parte del asunto que aún no había salido: el veredicto de las urnas como posible código ético: ¿Podemos considerar que el político reelegido es lo bastante ejemplar como para representarnos? Yo pienso que no, porque si no nos encontraríamos con que determinados criminales suficientemente queridos no serían considerados criminales. O se podría dar el caso de que unos mismos hechos fueran considerados de manera distinta para personas distintas.

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  6. Bueno, llego un pelín tarde a la discusión... y veo que Adri ha puesto lo que yo iba a decir. No se trata de si el político es bueno o no, si cumple un "mínimo de ética", etc... Se trata de que la gente lo elige, y si la gente quiere tener a un corrupto/inútil o lo que sea representándolos.. ¿Quién es el estado para oponerse? Camps o Berlusconi son ejemplos de políticos que, aún conociéndose comportamientos poco ejemplares, han contado con el apoyo del pueblo...

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    1. No llegas tarde, no pretendo que las discusiones terminen cuando se planteen otras en otros posts. Mi respuesta a tu comentario, en el de Álvaro Katsu.

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  7. Respondiendo a la pregunta ¿Podemos considerar que el político reelegido es lo bastante ejemplar como para representarnos? Estoy de acuerdo con José Luis y considero que en un estado democrático como el que tenemos en la actualidad la respuesta es SI, porque sino estamos deslegitimando la democracia. Otro debate muy diferente es si estamos de acuerdo con el sistema electoral democrático que tenemos y con la democracia en si.

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    1. No creo que deslegitime la democracia exigir requisitos a quien quiera mandar. Por ejemplo, cometer un asesinato inhabilita a una persona para acceder a cargos públicos. Planteo que se aumenten los supuestos de inhabilitación, incluyendo hechos que no constituyan delito por sí mismos. Lo que ocurre es que no sé cómo formalizar esos supuestos en un "código ético del político" o algo así.

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